jueves, 22 de julio de 2010

jueves, 15 de julio de 2010

Feliz día de la igualdad

En esta Argentina tan golpeada por tantas crisis diferentes, por tantos subeybajas económicos, por tantos contadores de cuentos y vendedores de humo, hoy se dió un gran paso en pos de la igualdad. Ésta, mi pobre y querida Argentina, llena de prejuicios, de clichés y de caricaturas, aprobó la ley de matrimonio igualitario. Esta patria mía, bendecida con los más bellos paisajes imaginables, también bendijo a su gente, gritando a los cuatro vientos: Somos todos ciudadanos iguales, con los mismos derechos, con las mismas normas, con los mismos nombres. Hoy me desperté en un país que me emociona. Hoy Argentina levantó la frente y dijo: Mi gente es digna.
Y cuando los quejosos de siempre, los vaticinadores del fin del mundo, los que ciegamente repetían cantinelas gastadas y sin sentido para mantener las diferencias y las apariencias, se den cuenta de que el mundo siempre se beneficia del amor, no los vamos a mirar por encima, no los vamos a menospreciar, ni hablaremos mal a sus espaldas; solo les diremos: Bienvenidos, esta es la sociedad que estábamos buscando. Esta es la sociedad en la que quiero vivir. Donde quiero ver mis hijos crecer. Donde, aunque sea en los papeles, todos tenemos las mismas oportunidades.
Feliz día de la igualdad, bienvenidos a la nueva sociedad.

viernes, 9 de julio de 2010

Leer.

Solo en la palabra escrita encuentro un mundo donde me gustaría vivir cada día de mi futuro.

jueves, 1 de julio de 2010

Perder el tiempo.

El tiempo es el transcurrir entre este ahora y un ahora diferente. Entre uno y otro, las personas tienden al desarrollo de diferentes actividades que le dan una sensación de dinamismo a esta eterna sucesión de ahoras. Algunos trabajan, otros escriben, otros estudian y alguno que otro se divierte. Tirarse en una cama con los ojos cerrados, para muchos puede ser una manera pacífica de transcurrir, un tercero que mira la escena, puede confundir esa paz con depresión.
Para mí, perder el tiempo es pensar en cosas que no tienen solución.
Perder el tiempo son esas tres mil horas que pasé intentando dar forma a las relaciones que no tendrían que subsistir ya. Perder el tiempo son esos eternos minutos antes de dormir en que intento recordar el sabor exacto de esos besos. Es soñar que somos distintos y que nos soportamos. Es imaginar que en algún momento del día, él piensa en mí. Es buscar explicaciones que no tienen sentido. Es intentar poner raciocinios a cuestiones del corazón.
Tengo que empezar a ganar tiempo, porque perderlo me lleva a lugares donde no está mi yo real. Y, ante todo, el corazón y la mente, y los sueños, y las fantasías, son míos. Y no puedo fingirme otra porque en realidad me gusto. No puedo quererme diferente solo para que alguien me quiera, porque en realidad, no me querría a mí. Y no es tan complicada la vida, al final de cuentas, todos queremos encontrar a alguien a quien querer y viceversa.
En realidad, no lo quiero, quiero a la imagen que me creé de él en mi mente. En realidad no me quiere, quiere a la persona que quiere que sea. No perdamos más tiempo. Hay gente que nos espera.
Y viceversa.