domingo, 11 de septiembre de 2011

Vulnerable

Siempre la mayor, siempre la defensora.
La solucionadora de problemas. La respuesta.
Siempre la lógica, la coherente, la contenedora. La madre. La mediadora.
La objetiva.

¿Y ahora? ¿A dónde busco las respuestas? ¿Quién me cuida el corazón? ¿Cómo freno este juego que amo jugar, para no apostar a ciegas?
Tengo todo para ganar o para perder y quiero seguir jugando, pero tengo miedo. Tengo miedo de nuestra piel, de nuestra mente, de nosotros. Tengo miedo de este vértigo, este temblor, esta tormenta.
¡Pero si no te estaba buscando, y te me apareciste! me dijiste en tono de queja. No sé de dónde saliste, no te esperaba, continuaste.
El peligro de este fuego, de este ardor, reside en que no se puede controlar. Este estado de vulnerabilidad, de apertura... no sé cómo cerrar estas puertas. Y no quiero cerrarlas. Y me da pánico el no querer que se cierren.
Me da pánico quererte, extrañarte así.
Te siento.
Y me asusta.
Y me encanta.

3 comentarios:

Dany dijo...

Nadie tiene esas respuestas. Asique mejor.....a jugarse!

A.Torrante dijo...

Algunas veces pasa que pensamos demasiado y otras no lo suficiente.
La clave reside en pensar lo justo.
A esta altura yo ya no me planteo tanto las cosas. Si no parece una asesina serial yo le doy para adelante.

Anónimo dijo...

DANA: sabés que siempre estoy presente... te quiero mucho
MUSO.-