miércoles, 25 de abril de 2012

Te quiero amiga

Hay veces que la vida se pone pesada, que no tenemos ganas de reír ni de levantarnos, ni de nada. Hay veces que el cuerpo nos pesa y la mente no nos deja en paz.

Por suerte, hay veces que la vida nos cruza con gente que nos hace la carga mucho más liviana. Que cuando nos ve bajoneados y tristes, sabe que la risa es el remedio infalible.

Ella es una de esas.
Gracias por estar siempre... no con la palabra justa (porque si bien amo las palabras, hay veces que están de más) sino con la sonrisa siempre a punto, lista para quitarte peso de encima casi instantáneamente. Gracias.
Hoy, 25 de abril, fue el cumpleaños de KuroiBara, la más grossa de las grossas, la nave nodriza de las ñoñadas, la eterna portadora de la sonrisa más contagiosa de todas... y, por sobre todas las cosas, la persona más adorable con la que he tenido el gusto de cruzarme en esta vida.

Te quiero, amiga de mi alma, feliz cumple.

(La interfaz de Blogger no me deja subir fotos.... maldita peluquera!!!)


viernes, 20 de abril de 2012

Hablar solo

Me pasa que me gusta hablar. Mucho. Me gusta intercambiar opiniones, disfruto de conocer a los demás, me resulta interesante escuchar lo que dicen. Pero por sobre todas las cosas, me gusta que los demás escuchen lo que tengo para decir.
A pesar de que la mayoría de las veces lo que tengo para decir son pavadas varias. Igual quiero decirlas.
La cosa es que me pasa que cuando voy por la calle, o estoy en el colectivo, o de alguna u otra manera de desplazo de un lugar a otro, mi mente deambula por temas varios, manteniendo una conversación conmigo misma que pocas veces tiene fin. Como ya lo demostré anteriormente, estas conversaciones raramente tienen un mismo tono, ya que puedo ser varias voces al mismo tiempo. Por este motivo, muchas veces mientras voy caminando, voy hablando sola. Pero no en voz alta, como los locos (bah, no que yo sepa... vaya a saber...) sino en un debate interno interminable que está plagado de diferentes puntos de vista los cuales son todos democráticamente oídos.
 La cosa es que por ahí, en medio de estas conversaciones, algunos de mis pensamientos me sorprenden por su genialidad (jaja) y pongo cara de "mirá vos" o de "nah, no puede ser". Y son caras que son muy fácilmente identificables...
 Nunca me había fijado... pero los otros días en tribunales, vi a un colega que iba claramente hablando consigo mismo, y, por la cara que ponía, no le estaba yendo muy bien en ese debate interno. A partir de ese momento, me fijé con más atención... y parece ser que los abogados en general tienen esta afección de hacer caras mientras hablan solos...

Una de dos:
 1) Tanto nos gusta hablar, que no paramos por una nimiedad como el hecho de que nos falte partenaire para mantener la conversación.
o...

 2) Los abogados... estamos todos locos....

domingo, 8 de abril de 2012

Destino

Pero vos... ¿creés en el destino?
Y no sé.
¿Cómo que no sabés? O creés o no creés. Es bastante fácil de dar una respuesta. No me des vueltas.
Pero te digo que no sé! ¿Qué querés que te diga? No sé... Para vos... ¿qué es el destino?
Y... algo que está escrito.
Bueno, entonces no creo.
Ah, no! ¿cómo que entonces no creés?... Si yo contestaba otra cosa... ¿entonces sí creías?
Y sí... capaz, no sé. ¿Cómo sabés si estaba escrito?
Y... si te pasa estaba escrito, estaba en tu destino. Vos estabas destinado a enamorarte de tal persona. Pum, te enamoraste de esa persona.
O sea, me decís que todo lo que te pasa "estaba escrito"... bastante aburridos de leer deben ser los destinos entonces...
Bueno... no todo... sólo lo importante...
¿Y cómo sabés qué era lo importante y qué lo trivial? ¿Nunca te pasó que algo trivial desembocó en algo importante?
Y sí... pero entonces no era trivial... y no lo sabías... cuando mires para atrás recién te vas a dar cuenta de que era importante y no trivial.
O sea... para vos el destino, si bien es algo que está escrito para el futuro, recién se presenta como escrito pasado, cuando mirás para atrás...
Uhhh me mareaste... pero sí... más o menos... ¿Qué es el destino para vos?
Puede ser como una evolución.
Uh... me perdiste.
Claro, una evolución. Imaginate que te cruzaste con la oportunidad de tu vida pero vos no estabas listo para tomarla... entonces, no va a ser la oportunidad de tu vida... va a ser algo que no se dió. Y según tu teoría del destino, algo que después te vas a dar cuenta de que no estaba escrito...
Aha...
En cambio, si el destino es una evolución... entonces se te va a dar la oportunidad, si y sólo si estás listo para tomarla. O sea... sólo depende de tu crecimiento. Si hacés siempre lo mismo... ¿cómo va a cambiar el resultado? Es como levelear en un juego. Sólo si tenés ciertas cualidades aprendidas, podrás hacer nuevas misiones.
O sea... según tu teoría... el destino, ¿depende de vos?
Y... sí.
Tenías razón entonces.
...?
No creés en el destino...

miércoles, 4 de abril de 2012

¿Será?

Ayer me encontré con la factura del libro que le había regalado.
Rompí la factura, tiré el papel.
Pensé en que debería haberme comprado ese libro para mí. Siempre quise tenerlo.
Ya me lo compraré.
Qué buen libro.
Encima seguro que ni lo lee, con la dedicatoria que le había puesto, no puede tenerlo por ahí, al alcance de cualquiera. Linda explicación tendrá que dar.
Qué pena haberle regalado el libro que yo quería para mí. Pobre libro abandonado a su suerte.

Y también pensé en que no debería tener que cruzarme con papeles o cosas que me lo recuerden. Si uno anda con el corazón roto, no tendría que cruzarse con más elementos punzantes.
Y me reí porque me imaginé andando en puntitas de pie por una habitación repleta de vidrios rotos.

Y después pensé en que no sé cómo se previene un corazón roto.
"Teniéndolo ocupado" me dijo mi compañera de casa.
Y me reí por la respuesta ocurrente.

Más tarde pensé en que tampoco sé cómo mantenerlo ocupado.
Y me reí por la ironía.


Mucho, mucho después me acordé de una frase tonta que solía decirme...
Y me reí.



Ya no me acuerdo el último día que lo lloré.
Y no sé exactamente cuándo, pero en algún momento... aparentemente.... volví a reír.